A menudo lo olvidamos, pero la piel está en contacto directo con el mundo exterior y, por lo tanto, es un área delicada que puede mostrar rápidamente signos de envejecimiento, enrojecimiento o incluso pérdida de brillo.

En la superficie de la piel hay una barrera hidrolipídica, compuesta por agua y lípidos, que ayuda a la piel a protegerse de los agresores externos y a mantenerse saludable e hidratada.

Cuando esta barrera se daña, la piel se vuelve más vulnerable a los ataques externos, permite que escape el agua y permite que penetren los rayos UV y la contaminación. Esto conduce a una pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel y puede provocar manchas oscuras, enrojecimiento, pérdida de brillo e incluso envejecimiento prematuro de la piel.

Y aquí es donde entra en juego el humectante: al usarlo diariamente, permite la restauración, protección y reparación de la barrera lipídica, proporcionando a la piel la hidratación y los lípidos necesarios. Esto retrasa los signos de envejecimiento y fortalece nuestra capacidad de protección, dejando la piel saludable, elástica, suave y radiante.

Beneficios de una crema facial

• Fortalece la barrera hidrolipídica para una piel sana y resistente.
• Protege la piel de diversos agresores externos (contaminación, rayos UV, cambios de temperatura): arrugas y líneas finas, áreas secas, imperfecciones, pérdida de brillo...
• Retrasa los signos del envejecimiento de la piel, manteniendo su aspecto joven durante más tiempo.
• Retiene la humedad en el corazón de la piel para una apariencia más firme y una piel radiante.
• Mejora la efectividad de los ingredientes activos aplicados anteriormente y garantiza una buena absorción en la piel.

¿Cuándo se debe usar un humectante?

Para cuidar la piel, es esencial aplicar una crema facial dos veces al día, por la mañana y por la noche.

Nada podría ser más fácil que saber en qué orden aplicar los productos en tu rutina de cuidado de la piel: después de la limpieza doble de la piel por la mañana y por la noche, después del suero y del cuidado de los ojos, terminamos con la aplicación de la crema facial. Luego, si tu crema facial no contiene SPF (factor de protección solar), aplica un protector solar sobre ella.

Nuestra recomendación de expertos: Considera aplicar una crema facial con SPF cada mañana (¡incluso en invierno!) y, si no contiene SPF, aplica un protector solar sobre tu crema facial. Este simple paso protege la piel de los rayos UVA y UVB, que pueden provocar un envejecimiento prematuro de la piel, pérdida de brillo e hiperpigmentación, incluso si solo aplicas protección solar durante el día.

¿Por qué usar una crema de noche?

Como el objetivo de la crema de día y de noche es diferente, usamos una crema de noche especialmente formulada para la noche. ¡Por la noche, el proceso de renovación celular está en su punto máximo! Por lo tanto, aprovechamos la oportunidad para aplicar una crema más rica en ingredientes nutritivos que también contenga los lípidos necesarios para el buen funcionamiento de la barrera hidrolipídica y la salud de la piel.

Solo usar una crema de día por la noche privará a la piel de importantes ingredientes regeneradores necesarios para su salud. Por el contrario, aplicar una crema de noche durante el día puede ser demasiado rica para la piel, no brinda suficiente protección contra los agresores externos y daña la barrera hidrolipídica.

¡Elegimos sistemáticamente una crema de día o de noche según las necesidades de nuestra piel!